Este se planteó como un instrumento para conseguir avances en la mejora de la competitividad del sector agrario de Castilla y León y Norte de Portugal a través de la innovación y el desarrollo de productos diferenciados de alto valor
El proyecto AGRINNDIF se planteó como un instrumento para conseguir avances en la mejora de la competitividad del sector agrario de Castilla y León y Norte de Portugal a través de la innovación y el desarrollo de productos diferenciados de alto valor.
La zona de actuación del proyecto ha comprendido comarcas, en su conjunto, eminentemente agrícolas y ganaderas. En estas zonas, el viñedo, el olivar y algunas especies de frutales, constituyen los cultivos más importantes. La dispersión y paulatino decaimiento, han provocado que estos productos, con gran importancia en el pasado, tengan escasas opciones de futuro, tanto en el caso productivo como en el caso de su asociación con el enoturismo y el turismo rural.
Estas zonas están conformadas por núcleos de población pequeños, que han perdido población en las últimas décadas y donde gran parte de la población activa es mayor de 55 años. Es decir, en general, se trata de zonas económicamente deprimidas que mantienen una importante riqueza natural con extensas zonas protegidas, como el Parque Natural de Arribes del Duero, el Parque Natural Douro Internacional y el Parque Natural de Montesinho.
En general, las explotaciones son de pequeño tamaño, con parcelas separadas y de difícil acceso. El cultivo está poco tecnificado y el nivel de formación de los agricultores suele ser bajo, pero la presión del cultivo no ha sido fuerte. Se cultiva el olivo, la vid y algunos otros frutales de manera poco agresiva con el medio y muy adaptada al mismo. Sin embargo, esto ha producido una pérdida de competitividad que ha hecho que la mayoría de las comarcas económicamente no hayan progresado tanto como otras zonas con geografías y situaciones menos difíciles. De hecho, su situación periférica dentro de las respectivas regiones, ha contribuido a su posible aislamiento.
Un aspecto que puede romper esta tendencia es el hilo conductor que representa el río Duero, con un conjunto de zonas muy especiales, algunas de las cuales han alcanzado gran notoriedad. Las Arribes del Duero, a ambos lados de la frontera hispano-portuguesa, la Sierra de Francia y otras comarcas singulares, deben aprovechar el potencial que representa su historia vitivinícola, oleícola y con iniciativas en el ámbito de la tecnificación de los cultivos, para sacar partido a algunas de sus variedades autóctonas, revitalizar y mantener su actividad; así como su estructura social y productiva.
A lo largo de la realización del proyecto se han abordado las siguientes acciones:
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Prospectar y caracterizar el material vegetal tradicional de Castilla y León y Alto Tras os Montes, así como evaluar sus posibilidades comerciales.
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Transmitir a los productores las características morfológicas, fenológicas y productivas de variedades tradicionales para que las puedan reconocer, conservar y potenciar su uso.
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Identificar nuevas variedades y/o productos como alternativa a los cultivos tradicionales, que permitan el desarrollo económico de nuevos nichos de mercado.
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Desarrollar productos de calidad diferenciada de alto valor.
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Divulgar técnicas de cultivo innovadoras, que permitan la modernización y mejora del sector productivo. Mejorar la productividad y la calidad de especies leñosas y hortícolas, para su adecuada comercialización en fresco y/o para la optimización de su transformación por la industria agroalimentaria.
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Evaluar las características de los productos que permitan una transformación dando lugar a la creación de un tejido agroindustrial.
Estas acciones se ha centrado en los siguientes curltivos: el olivo, el castaño, los frutales, los pequeños frutos, las judías, las hortícolas y el viñedo.